La tauromaquia tiene como una de sus principales características la fiereza del animal y su rendimiento en la arena. En realidad, no se puede concebir una buena tarde de toros sin la bravura, la casta y el embiste del astado.
Esto nos lleva a repasar corridas memorables en las que el toro se convierte en el protagonista de la tarde. El 6 de julio de 1944, “Ratón” un toro de la ganadería de Pinto Barreiro ofreció una excelente faena a Manolete, en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid.
Lo mismo ocurrió el 15 de mayo de 1966, en la misma plaza, pero esta vez teniendo como matador a Antonio Chenel “Toñete” con “Atrevido”, de la ganadería Osborne. Francisco Rivera “Paquirri” tuvo en suerte enfrentar a un toro que se lució al máximo también en Las Ventas. Fue con “Buenasuerte”, de la ganadería de Alvaro Domecq.
En cuanto a toros indultados que después de convertirían en sementales, tenemos a “Potrico”, de la ganadería de Pablo Romero, toreado por Andrés Hernando en la plaza de Barcelona. También “Navajito”, de la ganadería de Amelia Pérez Tabernero, que brindó una faena de lujo en la plaza de Segovia al matador Antonio Bienvenida.
No menos famoso es “Belador”, de la ganadería Victorino Martín, que fue indultado a manos de José Ortega Cano en la plaza La Ventas de Madrid, el 19 de julio de 1982. Y tampoco queda atrás “Descarado”, de la ganadería Victoriano del Río, que le tocó en suerte a Enrique Ponce la plaza de Nimes, Francia, el 1 de junio del 2001.
Finalmente, y no por ello menos importantes, el 20 de marzo del 2006, Miguel Ángel Perera indultó en la plaza de Valencia a “Harinero”, proveniente de los hierros de Fuente Ymbro, y el 21 de setiembre del 2008 en la plaza de Barcelona, el diestro español José Tomás indultó a “Idílico” de la ganadería Núñez del Cuvillo.
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