Quienes nos vinculamos por años a la actividad ganadera, reclamábamos desde hace mucho un seguro ganadero que cubriera los siniestros ocasionados por diversas circunstancias que deben ser establecidas claramente en la póliza.
Los especialistas en seguros afirman que sí es posible contar con un seguro que cubra la pérdida de ganado por enfermedades o cualquier otra eventual situación de riesgo. Compañías como Mapfre y Pacífico reconocen que existen pólizas de seguro para ganado que muere a causa del friaje, por ejemplo, pero no por enfermedades como la fiebre aftosa.
Para estos casos lo que ocurre es que los ganaderos no denuncian la enfermedad de su vacunos pues interviene de inmediato el Servicio Nacional de Sanidad Agraria y obliga a sacrificar las reses a sus propietarios. Pero la idea es que también para estos casos se pueda contar con un seguro que cubra esta y otras enfermedades.
Como se sabe, según el Código Civil, entre los bienes jurídicos, así como existen los bienes muebles e inmuebles, hay una tercera clase de bienes que se les denomina semovientes, donde se ubica al ganado y otros tipos de animales. Por lo tanto, al existir una legislación que les otorga derechos son pasivos de contar también con un seguro que los proteja.
En tal sentido como se trata de bienes patrimoniales que a la vez se convierten en capital de trabajo para los ganaderos, es tiempo ya que cuenten con un seguro que garantice no solo la inversión hecha por sus propietarios sino además la continuidad de la actividad ganadera, en caso ocurrir algún percance lamentable como un incendio o una inundación.
Por ahora, la Ley del seguro agrícola integral y ganadero está aprobada a la espera de su reglamentación y requiere de la opinión de especialistas que aporten conocimiento y experiencias previas en otros países ganaderos, como Colombia y Ecuador, con la finalidad de perfeccionarla e implementarla pronto.
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